
(a mi tío Miguel Ángel Berdugo q.e.p.d.)
Fui por él,
cerré los ojos para verlo;
y pude sentir su dolor,
escuché su llanto.
Supe
de su temor absurdo ante la muerte,
y lo abracé con mi alma,
para salvarlo.
Poema escrito el 22 de abril del 2006. Y lo encontrarán más adelante, dentro de mi libro inédito "La Vida es Simple"