miércoles, 24 de febrero de 2010

sábado, 20 de febrero de 2010

Luciérnaga

a mis amigos de las tertulias poéticas Caudales y Encadenados



Porque soy niña
que mira hacia el cielo
y se sorprende,
con el vuelo de las aves
y el brillo de las estrellas.

Porque soy tu amiga
porque soy ella...
y porque llevo
una alianza de oro,
en mi mano izquierda.

Porque soy mujer
porque soy pequeña
y porque aún conservo intacta
en mi alma,
la inocencia...

sé lo que harás
para que yo te vea:
Volarás ante mis ojos
disfrazado
de luciérnaga.



Sinda Miranda


Las Palabras que me salvan

a mis amigos de las tertulias poéticas Caudales y Encadenados


Lo que me hiere
no son las palabras;

es la ceguera hipócrita;
la torpeza del ingrato
la soberbia del incrédulo
las heridas que provoca
el inoportuno ego.

Me lastima
una pobreza,
mucho mayor que la mía,
y una tristeza
que no se consuela
con ninguna alegría.

El maltrato a los animales
los oídos llenos de cera;
el silencio de los cobardes
y la tensión sexual de un alma
que no fluye ni se entrega.

Me hiere, la esclavitud voluntaria
a una vida desértica.

Sufro, sufro mucho
porque mías son todas las penas.

Mías las llagas
de los pies desnudos.
Mía su sangre y las huellas
que dejaron en el camino.
Mía la agonía del poeta
que solo escribe
para expresar sus miserias.

Pero tuya es la voz
que se eleva,
con las palabras
que me salvan:

¡Te quiero!
¡Estoy aquí!
¡No te detengas!



Sinda Miranda

viernes, 19 de febrero de 2010

A nadie espero

Después de descubrirte...

No hay abrazo,
que logre contener mi alma;
el cuerpo se me quedó pequeño...

No encuentro besos,
que mis labios sientan;
con el último, se me durmieron.

No existen manos,
que puedan sujetarse de las mías;
solo las tuyas, saben como hacerlo.

Tampoco ojos
transparentes y brillantes que me quieran;
salvo en tu rostro ¡dónde los veo!

/|\

Después de desnudarnos...

Ningún otro paraíso,
será como aquel
del cual proceden
nuestras almas.

Y ningún otro hogar,
emulará al solemnizado,
con la fusión
de nuestros cuerpos.

¿Quién puede,

abarcar la eternidad,
con su mirada?

¿Quién me devuelve

al camino blanco,
con el tañido de sus dedos?

Únicamente vos,
mi cielo...

/|\

Por TODO
lo que despertás en mí
y lo COMPLETA que me siento;

a nadie espero,
desde que llegaste...

A nadie espero.


Sinda Miranda

jueves, 18 de febrero de 2010

África

a Aimé Césaire

La noche que tengo por cielo,
me ilumina con sus estrellas.

¿De qué color, es el firmamento infinito?
Me dicen que es azul, como el mar.

Pero el mar que yo he visto,
es verde, como la naturaleza.

Les pido a los poetas,
que por lo menos ellos,
proclamen la verdad.

Poetas de Europa, de Asia,
Oceanía y América...

¿de qué color es la noche,
cuya oscuridad
es testigo de sus versos?

Y el viento
trae las voces,
de todo el planeta...

¡La noche es negra!




Sinda Miranda