viernes, 19 de febrero de 2010

A nadie espero

Después de descubrirte...

No hay abrazo,
que logre contener mi alma;
el cuerpo se me quedó pequeño...

No encuentro besos,
que mis labios sientan;
con el último, se me durmieron.

No existen manos,
que puedan sujetarse de las mías;
solo las tuyas, saben como hacerlo.

Tampoco ojos
transparentes y brillantes que me quieran;
salvo en tu rostro ¡dónde los veo!

/|\

Después de desnudarnos...

Ningún otro paraíso,
será como aquel
del cual proceden
nuestras almas.

Y ningún otro hogar,
emulará al solemnizado,
con la fusión
de nuestros cuerpos.

¿Quién puede,

abarcar la eternidad,
con su mirada?

¿Quién me devuelve

al camino blanco,
con el tañido de sus dedos?

Únicamente vos,
mi cielo...

/|\

Por TODO
lo que despertás en mí
y lo COMPLETA que me siento;

a nadie espero,
desde que llegaste...

A nadie espero.


Sinda Miranda

2 comentarios:

José Luis Carvajal dijo...

Escribes muy bella y apasionadamente. Llegué a tí, pinchando en mi perfil: Poesía. Te invito a hacer click en mi nombre y visitar el mío (de poesía). Gracias.

perfecto herrera ramos dijo...

¡Que poema de amor!
Belleza en tres tiempos.
Palabra clara, facilidad para comunicar, y suma delicadeza al escoger las palabras.
Me gustó.

Un beso.